De Bariloche a San Martín de Los Andes, unos paisajes maravillosos!
Parece que las previsiones no se han equivocado, hace frio, nubes y claros (bastantes más nubes) y no hace tanto viento.
Nos vestimos con todo lo que tenemos, yo llevo dos tejanos y el pantalón de lluvia y la camiseta térmica, dos camisetas más, el polar, la chaqueta de piel y la de lluvia… espero que haya suficiente porque no hay más!. Per va igual de rebozado que yo, lleva un pasamontañas que da miedo.
Nos lanzamos a la ruta cual robots, casi no podemos movernos!
Hace frío de verdad pero vamos bien, el paisaje es precioso, llama la atención la forma de las montañas y el azul del agua… joooo! no puedo hacer fotos, voy con los guantes!!
Que paisaje! Pasan los kilómetros y ya no puedo más, me los quito, no puedo pasar por aquí sin hacer fotos a este paisaje de lagos y montañas, pura naturaleza, es todo un espectáculo y un placer rodar por aquí con la moto, la carretera está bien y se disfruta.
Estamos yendo por la ruta asfaltada en lugar de la que pasa por Villa La Angostura, en este viaje estamos evitando todo lo posible los tramos de ripio (grava) sobre todo por la espalda de Per. En el 2003 hicimos toda la ruta de los 7 lagos, pasando por Villa La Angostura, con bastante tramo de ripio y fue genial, toda una aventura a decir verdad, los tramos de ripio le dan todavía mas fuerza al paisaje, a la naturaleza y a la aventura además es una ruta maravillosa… montañas, volcanes, lagos, bosques… es una belleza apabullante.
Parecía que el tiempo iba mejorando pero de repente ha aumentado mucho el viento y la temperatura también ha bajado… la mano se me está congelando!
Nos faltan unos 60 km por llegar, ya se empiezan a ver imágenes de vacas y encontramos la primera gasolinera! Uf! Que bien nos sentará un café calentito!
San Martín de los Andes es muy bonito, es un pueblo de montaña, con las casas de madera algunas de ellas con troncos grandes y enteros, todo rustico y muy bien cuidado. Habíamos estado también en 2003, el pueblo ha crecido pero ha crecido bonito. Las casas, cabañas, hoteles, etc. que se han construido, se han hecho guardando el aspecto de pueblo de montaña, todo guarda una armonía. Es un pueblo enfocado al esquí y a la pesca, es tranquilo, relajante.
Aquí pasaremos unos días en la casa de unos amigos. Hemos quedado con Ramiro en el “Dublin”, un pub irlandés que está en una esquina frente a una de las plazas del pueblo, muy fácil de encontrar. Ramiro es la persona a cargo de la casa de nuestros amigos, nos mostrará la casa y nos dará la llave.
Cuando llegamos él ya está en el bar, está con su pareja, muy agradables los dos. Tomamos unas cervecitas mientras hablamos y cuando nos vamos yo me voy con ellos en la camioneta para que Per pueda ir más ligero con la moto porque para llegar a la casa hay unos 5km de ripio.
La casa es fantástica, está en medio del bosque. Es grande, tiene un invernadero con verduras, tomates, pepinos y diferentes cosas plantadas y mucha área de bosque.
Ahora estoy escribiendo en el escritorio de la habitación y por la ventana estoy viendo cuatro conejitos comiendo, saltando y correteando por el jardín de la casa. Hay un silencio excepcional, si no estuviera totalmente nublado sería precioso mirar las estrellas, a ver si algún día de estos que estemos podemos disfrutarlas.
Ramiro nos ha ido a hacer la compra y se ha ofrecido para traernos todo lo que necesitemos, llevarnos al pueblo a cenar o para cualquier cosa que pudiéramos necesitar.
Tal como pensaba, esto es para descansar de verdad. Maravilloso!
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