8vo. día Ruta1 – De Cabo Polonio a Punta del diablo

Esta noche hemos dormido mejor. No bien, mejor… si tuviéramos que vivir aquí nos organizaríamos y desde luego se podría estar cómodo y a gusto pero estas dos noches han sido de supervivencia.

Desayunamos y cerramos las bolsas, de hecho no las habíamos casi abierto.

A todo esto, mientras estoy recogiendo la cocina tenemos una visita…

sapo en cabo polonio, viajan por subamérica con la harleyUNA RANA!! Bueno o UN SAPO!!! No sé pero parece ser la mascota de Cabo Polonio o por lo menos,

viajando con la Harley por Sudamérica

algo significativo ya que en la entrada a la reserva había una imagen…

le digo a Per…

—Para!

viajando con la Harley por Sudamérica—Quieto!

—ni te muevas! (todo esto para no asustar a la rana) —voy corriendo a por la cámara para fotografiarla—

Viajando con la Harley por Sudaméricade repente, en lugar de que la rana/sapo se asuste de mí y salga corriendo… entra de un salto a la cocina y la que empieza a correr soy yooo!!

Socorro!!! Puaf, que repelus!!! Que viene!! Ha entradooo!!… Per muerto de la risa, la rana por la casa como si fuera suya… y yo corriendo y saltando como una posesa… por favor!! Que tarea ha sido sacarla!!

Ya lo tenemos todo listo y vamos a casa de Celia para pagarle, nos invita a entrar en su casa, está muy bien arreglada, nada más entrar está la cocina a la derecha, con una barra de obra pintado de blanco y con una encimera de madera maciza y rustica que hace de separación al comedor que queda a la izquierda. La zona comedor, tiene una gran mesa también de madera maciza y sus sillas. Bajando dos escaleritas, tiene un buen sofá y dos sillones bien confortables y acogedores con una mesita de centro frente a la chimenea. Todo muy bien puesto y decorado muy especial. Al fondo se ven unas escaleras que suben al piso de arriba donde tiene la cama y tiene un baño donde la ducha es normal, nos explica que tiene un sistema de bombeo natural por los niveles del agua que le permite ducharse con normalidad. Es una casa muy acogedora y confortable.

Hablamos un rato, Celia es muy particular, hace sesiones de la danza del sol y reuniones espirituales en el inipi, parece que viene gente de España y de diferentes lugares para hacer esos rituales… en el camino espiritual. También hablamos de cómo es la vida durante el invierno en el cabo y es todo bien interesante. Le pagamos, nos despedimos y nos vamos a casa para ya coger las cosas y marcharnos.

Libre me va persiguiendo todo el rato y como triste, lloriqueando… hiii, hiii… me meto en la casa para coger las bolsas y la perra se pone estirada, atravesada en la puerta.. hii, hiii… se ha puesto de tal forma que es imposible pasar… hasta que no la he acariciado no ha parado. La acaricio, le digo que me voy, que me alegro de haber estado allí con ella, que me parece un ser muy especial y que he percibido una conexión distinta… a esto, se levanta lentamente, me mira con una mirada y un gesto muy significativo, como si se despidiera, se acerca mucho a mi hasta que me choca y me toca con la patita, se gira y se marcha, despacito… te digo que esta perra es muy especial… es como humana.

Nos vamos… como Per tiene mal la espalda y no puede llevar pesos… me toca hacer dos viajes. El lleva un primer viaje la más pesada y yo hago dos con las bolsas de la ropa… uf!! Que pesado y que largo es el camino…

Por fin, todo en la parada del camión que vendrá a buscar la remesa de las 12:00

Cabo Polonio, un paraíso especial y mágico

 

De viaje con la moto por SudaméricaLlega el camión, nos subimos y de vuelta a la moto

 

Viajando con la Harley por Susamérica

 

 

Nos despedimos de este paisaje, extraño y encantador… es el desierto con mar… es mágico. Me gusta!!

Llegamos al rancho de Sergio, donde habíamos dejado la moto y allí todo sigue igual… paz infinita… los caballos comiendo el pasto y todo como flotando…

viajando con la Harley por Sudaméricaviajando en moto por SudaméricaCargamos la moto y seguimos viaje a Punta del Diablo… ups!! Al subir a la moto, se ha caído el otro pedalin!!… jolinnn esto se va cayendo a trozos… no quiero ni pensar al respecto.

Así no se puede ir, hemos de arreglarlo cuanto antes. Vamos hasta el pueblo siguiente que por suerte no está muy lejos, con la idea de encontrar algún taller para arreglarlo o alguna solución que pueda poner Per.

En la entrada del pueblo, Castillos, hay una especie de ferretería. Entramos a ver si encontramos algo pero nada, le preguntamos al chico y TAN AMABLE porque es imposible ser mas amable, nos dice que hay varios sitios en el pueblo donde podrían arreglarlo pero la hora es muy mala, es la hora de la comida, de todas formas llama por teléfono y nos dice que le sigamos que él nos lleva a un taller. Sube en su furgoneta y le seguimos hasta una calle donde nos indica que está el taller y él sigue su camino. No es impresionante?? Por lo menos no estamos acostumbrados a esta amabilidad.

Entramos al taller y es un hombre encantador, todo bondad.

viajando en Harley por Sudamérica

 

De nuevo le lleva un ratito sacar los tornillos rotos en cada lado, mientras, vamos hablando y hablando…

Viajando en Harley por Sudamérica

 

Tiene los números de teléfono anotados con tiza en la madera de la pared

Viajando con la Harley por SudaméricaEl hombre trabajo duro y bien,

viajando por Sudamérica con la Harley

 

el pedalin quedo perfecto!!

 

 

 

Ahora sí, camino de Punta del Diablo…

Punta del Diablo es un pueblecito con encanto. Veo muy poca gente. Paramos en una oficina de información… la primera que vemos, para preguntar cómo llegar a las cabañas. No habíamos anotado ninguna dirección y solo tenemos el nombre… en esta ocasión, acostumbrada a que la gente sea tan amable, me sorprende que muy secamente y bastante desagradable me dice que ellos no informan de esto… Llamamos por teléfono al chico que habíamos hecho la reserva y esta vez sí, muy amable, nos dice que esperemos que viene a buscarnos.

Llega rápidamente y nos lleva a la cabaña… es perfecta!!! Vista directa al mar…

Viajando con la Harley por Sudaméricala cama esta subida en una tarima para poder ver el mar desde la cama… me encanta!!

Viajando con la Harley por Sudamérica

 

 

En un cuadradito tiene de todo.

viajando con la Harley por SudamérciaCabañas Pique, Punta del Diablo

 

 

Las vistas son fantásticas y es muy muy acogedora.

Como siempre, lo primero que hacemos al llegar al nuevo lugar donde vamos a vivir, es ir a comprar y ver cómo está la cosa.

Preguntamos donde podemos sacar dinero y resulta que no hay banco ni cajero hasta la “temporada” o sea, diciembre y enero, pero parece que en el supermercado y/o en la farmacia se puede conseguir que te cambien dólares, por suerte llevamos, de lo contrario hubiera sido un poco fastidioso ya que deberíamos haber ido a Chuy para conseguir dinero. El súper todavía está cerrado, hemos de esperar a que abran.

Damos una vuelta por el pueblo y está bastante más poblado de lo que parecía a la entrada, hay una escuela y los niños están en el patio aprendiendo a bailar el baile regional.

Mira! Ya abren el súper… es bastante grande y tienen de todo. Compramos, cambiamos dinero y nos vamos a casa… tenemos muchas ganas de estar en la casa, nos encantó!.

Ya no salimos hasta mañana.

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