Ayer pasamos el día dando vueltas por el pueblo, Per tenía en mente pasar final de año en La Paloma pero yo creo que no es el sitio, creo que encontraremos algo mejor, nos fuimos a dormir un poco “tensos” por este tema, por un lado la gente dice que se ha de hacer reserva urgentemente porque a medida que pasa el tiempo está todo cada vez más lleno y más caro y parece que es verdad, incluso aquí que no me gusta, está todo lleno, solo quedan unas habitaciones en un edificio que no quisieras ni pasar un fin de semana y además a un precio exorbitado. Sinceramente, estoy convencida de que nuestro sitio nos está esperando, estoy tranquila pero Per tenía muchas expectativas en La Paloma y se está poniendo nervioso, como viene su hijo con la novia, quiere tenerlo todo atado, además, precisamente como él había apostado por La Paloma y yo estoy bastante decepcionada de lo que hemos encontrado, le fastidia “un poco”.
Hoy ya es otro día y amanece fantástico, nos traen el desayuno a la habitación y salimos a comerlo a la terraza, el día es precioso.
Per se marcha a investigar, quiere seguir intentando, yo prefiero quedarme y tomar el sol. ya he visto bastante
Cuando vuelve llega entusiasmado, casi no entiendo lo que me dice por lo alterado que está! me dice que ha encontrado una entrada para poder pasar con la moto a la arena de la playa y correr con la moto por la arena al lado del agua!
Me encanta la idea pero de entrada me quedo un poco cruzada, me salen las vocecitas “cuerdas” en la mente… a ver si nos cargamos la moto ahora…,
—Pero no es grave si entra arena o agua?… No me hace ni caso, solo dice que coja el casco y que suba a la moto, si él lo dice… No pienso desaprovechar una ocasión así! lo dejo todo y salimos los dos corriendo hacia ese lugar… vamos a ir con la moto en la arena! no me lo puedo creer!!
Es fantástico, impresionante… una tontería, pero que sensación divina andar con la moto en la arena de la playa sin casco… indescriptible!!
Es como que me he vuelto loca, voy subida en los pedalines, con los brazos en cruz , con los pelos al viento y gritando… que chute de libertad!
Después de esta experiencia inolvidable nos vamos a comer a casa, esta noche iremos a cenar fuera, nos han aconsejado varios restaurantes: Viola, Ballena, Hotel Bahia y parada 7
Vamos al Restaurante del hotel bahía tal como nos han aconsejado, nos decían que era el mejor, pero esta tan vacío que no nos atrevemos a entrar, nos vamos a ver los otros que nos han dicho… al final nos metemos en el parada7 que tiene tres mesas con gente. El restaurante no es muy grande, es acogedor y familiar, nos dan una mesa al otro lado de donde están las ocupadas, queda un poquito escondida, diríamos “reservado e íntimo”… nos habrán visto cara de “tortolitos”. En la carta no hay mucho que elegir y como ya hace días que tengo ganas de probar una milanesa, creo que es el dia para hacerlo, Per pide lo mismo.
Después de bastante rato, que ya casi habíamos acabado con la botella de vino… Uf!! nos traen dos milanesas que no caben en el plato! enooormes!, acompañadas de patatas fritas redonditas, jajaja en un plato tan lleno es imposible que no se caigan por el suelo… Por favor la que estamos liando… la mitad de las patatas de Per rodando por el suelo… y las mías también!! Mejor dejo de reirme de Per porque se me están cayendo mas que a él!! Jajaja… esto va subiendo de tono y acabamos jugando al golf con el tenedor, pasándonos patatitas de plato a plato… eso si acertámos… que divertido!! Ah!! la milanesa esta buena, un poquito seca pero muy buena, lo hemos pasado muy bien, lástima que no tenemos batería en la cámara para llevarnos el recuerdo de esta súper milanesa con patatas!
Y por fin los niños se fueron a la cama.
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