Tenemos todo preparado a las 9:30, listos para marchar. Vamos a pagar al señor y a todo esto, todavía no hemos visto a la señora… suponemos que existe y que llego a la una de la mañana!! Aprovechamos para informarnos de cosas que nos han extrañado del lugar, como por ejemplo el edificio que hay en ruinas a pie de playa y la suciedad en la playa… nos explica que en los años 75/80 ese lugar era el paraíso de Uruguay, había un casino y venia mucho turismo de Brasil y de Argentina pero luego hicieron el canal para beneficiar el regadío del campo pero los residuos que bajaban mataron la zona balnearia… algo similar a lo que había pasado en La Paloma. El panorama da miedo, es como si hubiera pasado una enfermedad por aquí, es desolador, incluso hay una vaca muerta, inflada, en la riera que da a la playa.
Por fin nos vamos de La Coronilla!, es una sensación extraña, la gente es encantadora, hay muchos jóvenes y tiene una parte de casi paraíso tropical pero otra parte de naturaleza devastada en medio de un pueblo con casas y edificios en ruinas, siento una sensación extraña que ahora mismo me alegro mucho de marchar.
Pasamos por la panadería y entro a ver si me han conseguido la receta del pan de galletita…Bieeennn!!! Tengo la receta!! A ver si soy capaz de hacerlo cuando llegue a Barcelona!!
También paso por el súper para devolver las botellas vacías de cerveza y despedirme de la chica, pasamos un ratito hablando, son tan amables…
Llegamos a Chuy, la frontera de Uruguay con Brasil, ha cambiado bastante desde hace 6 años (creo que es más o menos el tiempo que hace que estuvimos aquí)
Está mejor, hay más calles asfaltadas y tiene mejor aspecto, se respira bonanza, la vez anterior se respiraba pobreza casi extrema.
Hemos venido a propósito para sacar dinero de un cajero ya que en ningún pueblo hay cajero ni banco hasta que no llega la temporada alta. (Empieza el primero de Diciembre)
Cuando Per ya ha sacado el dinero y vamos a salir, veo un tornillo y una arandela en el suelo y pregunto a Per: —Son nuestros estos tornillos?? (como vamos perdiendo los pedalines… lo mismo son nuestros) me dice: —nooo (con tono y cara de “que exagerada eres, como te estas pasando”
Paramos en la gasolinera para poner gasolina y por ahí viene un papa con la moto y el bebe, tancontento, colgadito de la mochila, esta monísimo, se le ve tan feliz!
Ya nos vamos camino de La Barra de Chuy, está aproximadamente a 15 kilómetros. Llegamos y es un pueblo igual, planito, con casitas más o menos arregladitas pero aunque es más grande, y probablemente en temporada estará vivo, ahora mismo, no nos invita a quedarnos. Seguimos mirando pero no.
Divertido ver como en una calle, que pertenece a Uruguay, los letreros son en un idioma p.ejem. “basura” y cuando pasas el puente es todo en Brasilero p.ejem. “lixo” o “tudo Bom”
Sigue sorprendiéndome cuando veo las casas o jardines decorados para la Navidad cuando hace un calor de verano!
Esto es la frontera Uruguay / Brasil y además de camiones, de tanto en tanto va circulando un carro con caballo, esto no deja de sorprenderme.
Hemos pensado que no nos quedamos en La Barra del Chuy, no nos engancha nada y vamos a ver Aguas Dulces, a ver que hay por ahí. Si nos gusta, nos quedaremos y si no continuaremos hasta La Pedrera.
Per dice: —Mierda, se me ha roto el casco!
— Que le pasa?, respondo
—Se mueve la visera, es como que le falta el tornillo.
—Ha! A que va a ser el tornillo del suelo que vi en Chuy?
Continuamos camino y nos metemos de nuevo en Chuy para ver si sigue el tornillo en el suelo… Pues sí, allí estaba esperándonos!! Y SI es el tornillo del casco… exagerada…, me paso… jajaja Per no dice ni pio… coge el tornillo y arregla su casco!!
A la salida, veo de nuevo un letrero de “alcohólicos anónimos”, lo he visto en varios sitios. En estos pueblos tan pequeños, con tanta tranquilidad y por lo menos, aquí en la costa, durante 9 meses al año con prácticamente cero actividad, debe haber un problema importante con el alcohol, aunque… alcohólicos, vale, pero… anónimos, lo dudo, es imposible que no se conozcan todos!!
El tramo de carretera entre Santa Teresa y La Pedrera está lleno de eucaliptus, es precioso y desprenden un aroma encantador, invita a respirar profundamente… Mmmm!!!
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